miércoles, 20 de noviembre de 2013

Siguen destruyéndose las principales cuencas de captación hídrica en Argentina. Las zonas montañosas son irracionalmente utilizadas para la localización de grandes yacimientos mineros (casos Pascua Lama, Veladero, Gualcamayo, La Alumbrera, Agua Rica, Sierra Pintada, Cerro Vanguardia y la lista sigue), cultivo de soja, papa y pinos exóticos (serranías de Córdoba), y expansión descontrolada de la urbanización en faldeos.



Todos los supuestos beneficios económicos sumados de estas actividades representan migajas frente al valor incalculable de tener fábricas de agua en buenas condiciones. Sin embargo, los gobernadores de San Juan, La Rioja, Catamarca y Mendoza parecen olvidar que sus provincias son semiáridas, y que no se pueden regar los viñedos y los frutales con oro, regalías y espejitos de colores.


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